Lo estético es un valor muy frágil, fácil de quebrar,
El objeto no es nunca un medio para un fin sino siempre es un fin en sí.
No tiene para nosotros un a significación objetiva.
Buscamos contemplar el objeto, recrear nuestra mirada, dejamos que nuestra mirada se pose en el objeto amorosamente, produciendonos placer el contemplarlo con despierta y profunda sensibilidad.
Así contemplamos un objeto estéticamente.
¡Qué hermoso sería si despertáramos este valor en nuestro diario vivir para poder sosegarnos en la belleza de lo que nos rodea...!
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